“Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino”. Carl Jung

Los humanos somos seres ‘bio-psico-socio-espirituales’, esto quiere decir que estamos compuestos de diversos pilares interconectados entre sí, los cuales necesitan estar en óptimas condiciones para lograr el bienestar en nuestras vidas.

Nuestra salud se perjudica si alguno de estos pilares está afectado. En medicina, se solía utilizar un enfoque en la enfermedad y no en el paciente, no obstante, este paradigma se ha transformado a través de los años, demostrando que ver al ser humano de manera integral nos ayuda a brindarle mejores herramientas para prevenir ciertas enfermedades y mantener la salud.

La biodescodificación es una propuesta de medicina alternativa que consiste en ayudar a la persona a descubrir y comprender las emociones que se esconden detrás de los síntomas de una enfermedad, entendiendo al síntoma como un mensajero de algo más complejo que hay que atender dentro de nosotros.

También se conoce como bioneuroemoción. Al comprender la raíz emocional o ancestral de lo que se padece, se puede realizar un trabajo más efectivo a profundidad para lidiar con la enfermedad y recuperar la salud con una visión más amplia.

Numerosos expertos sugieren que la enfermedad no es la villana de la historia, que sencillamente nos está comunicando que algo no está funcionando adecuadamente en nuestro organismo, y que hay que hacer un cambio de dirección para obtener un resultado diferente.

El origen emocional del insomnio

El insomnio consiste en la dificultad para conciliar o mantener el sueño. Puede ser de corta duración o persistir en el tiempo y convertirse en crónico.

Si el insomnio sucede de forma transitoria se podría relacionar con ansiedad. En algunas personas, el insomnio que ocurre por periodos breves puede estar vinculado con situaciones de duelo, pérdida, un divorcio, cambios o situaciones estresantes o aquellas en las que uno se encuentra expectante. Cabe mencionar que también puede tener que ver con cambios en los hábitos de sueño,
alteraciones hormonales, además de una alimentación desbalanceada y baja en vitaminas y minerales necesarios para una buena salud del sueño.

A nivel emocional, el insomnio se corresponde con preocupaciones, ansiedad, estrés, miedo, angustia, depresión. Es bastante frecuente que la persona afectada por el insomnio intenta solucionarlo a través de distintas vías, muchas veces acudiendo a la consulta médica, en la cual, algunos profesionales sólo se apoyan en fármacos para solucionar o aliviar el síntoma, y no abordan las causas de manera integral, por consiguiente, los pensamientos recurrentes y emociones que constantemente abruman a la mente contribuyendo al insomnio, siguen estando desatendidas y presentes. Asimismo, hay casos de personas que crean una dependencia con el psicofármaco para poder dormir, que perpetúa una necesidad de consumirlo, ya que sin eso “no pueden dormir”. Esto puede extenderse a muchos años sin tomar conciencia de la raíz de su malestar.

¿En qué consiste el insomnio por biodescodificación?

Según la Bioneuroemoción o la Biodescodificación el insomnio podría ser la manifestación de conflictos transgeneracionales que no se han resuelto y que se van transmitiendo generacionalmente, por lo que, en el abordaje de este trastorno del sueño, convendría valorar el árbol genealógico de la persona afectada. Al analizar esta información, se podría encontrar cosas relacionadas a eventos traumáticos e inesperados en la familia, en particular, la muerte, creando una necesidad de estar en permanente estado de alerta. Es importante tomar conciencia de dichos conflictos y cómo afectan al sueño, para así poder encontrar la solución y lograr el tan anhelado descanso.

¿Se considera una patología?

El insomnio es una patología que representa un problema clínico importante con consecuencias para la salud y el funcionamiento. Hay modelos clínicos previos para el insomnio que se basaban primariamente en causas psicológicas y conductuales.

No obstante, el modelo neurobiológico del insomnio sugiere que hay un patrón de activación desequilibrada en áreas específicas del cerebro que regulan el sueño y la vigilia, y se ha comprobado que estos patrones pueden ser modificados por tratamientos farmacológicos comunes y tratamientos conductuales.

Emociones que desvelan

La incapacidad o dificultad para dormir tiene que ver con un miedo profundo a relajarse o soltarse. Existe una inseguridad persistente y un deseo de tener el control sobre todo lo que sucede en nuestras vidas. Esto se exacerba en personas con una personalidad perfeccionista o ansiosa.

Cuando estamos dormidos, nuestra mente también se duerme, y se abandona a lo desconocido, soltando el control. La persona con perturbación en el sueño no permite esto, y para ello, inunda su mente con ideas y situaciones, reales o ficticias, repasando lo vivido o preparándose para el día siguiente, impidiendo que el sueño cumpla su función. Durante el sueño profundo, ocurre una mayor relajación muscular, se restablece la energía, se mantiene en armonía nuestro metabolismo, sin embargo, cuando nuestra guardia está alta y estamos angustiados, nuestro inconsciente está vigilante para protegernos de cualquier peligro.

El día a día de muchas personas sufriendo de insomnio está lleno de estrés, ansiedad, irritabilidad, culpabilidad e inclusive intolerancia. El insomnio puede conducir a una angustia severa, nerviosismo, dificultad para concentrarse, lentitud y poca claridad para la toma de decisiones, al igual que deterioro de la memoria que puede progresar mientras más se prolonga el insomnio.

La persona afectada se mantiene en un estado de constante alerta, pudiendo asociarse a un temor a la incertidumbre de la noche, a lo desconocido. El insomnio podría tener una fuerte relación con la culpa consciente o inconsciente, por tanto, puede surgir la sensación de no merecer descansar o la programarnos pensando que dormir es perder el tiempo. Tal vez sea culpabilidad por no ser lo suficientemente exitoso o no cumplir con todas las obligaciones, etc.

La autora del libro «Sana tu cuerpo», Louise Hay, relaciona el insomnio con la desconfianza en la vida, el miedo y un terror constante a perder el control.

Terapias recomendadas para el insomnio biodescodificado

En gran medida, las terapias de bioneuroemoción buscan hallar el mínimo detalle del origen del conflicto que al producir esas emociones negativas degeneran en insomnio. Se trata de dar con el episodio de la historia familiar que se ha transmitido de generación en generación. Con esta información el terapeuta podrá desactivar el programa inconsciente heredado, podrá revertir la situación de miedo, inseguridad y culpa que asalta al paciente y lo hace estar alerta en las noches.

Cada vez son más los médicos tradicionales que navegan en las aguas de los aportes que les facilita la descodificación biológica para analizar aspectos claves sobre cómo se comportan las  enfermedades en las personas.

Consulta con un médico cuando

La biodescodificación podría resultar efectiva en múltiples escenarios, sobre todo para tener un panorama más claro de lo que pasa más allá de los síntomas que son evidentes, sin embargo, no se debe desligar esta intervención de la de un médico experto en la materia de medicina del sueño, ya que podrá identificar factores de riesgo, patologías que pudieran ser las causantes del insomnio, diagnosticar y tratar oportunamente enfermedades concomitantes, además de orientarle de manera integral sobre el tratamiento más adecuado según sea el caso.

Dormir adecuadamente es fundamental para la conservar una buena salud y no acortar la esperanza de vida, por tanto, mientras logremos ordenar nuestras emociones, también favoreceremos a nuestro sueño.