El insomnio crónico es el trastorno de sueño que más frecuentemente afecta a la población. Se trata de una reducción de nuestra capacidad para conciliar y mantener el sueño.
Hay varios tipos de insomnio que tratamos en nuestra consulta de Panamá, en función de su forma de presentación:
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El número de horas totales de sueño varía mucho de una persona a otra, podemos encontrar personas que necesitan 4 horas de sueño para rendir adecuadamente (coloquialmente llamados “poco dormidores”) y otras personas, que para rendir necesitan dormir unas 10 horas (“grandes dormidores”). Pero de media el ser humano requiere entre 7 y 8.5 horas.
Cuando no existe una causa clara del insomnio. Dentro del insomnio primario se pueden subdividir, en función del origen y la manifestación del problema:
Clasificación del insomnio en función de la duración
El primer paso en la intervención del insomnio es identificar la causa. En muchos de los casos, una vez resuelto el problema precipitante, el paciente continúa sufriendo alteraciones en el sueño, siendo difícil que el paciente consiga solucionar el problema sin ayuda profesional.
Esta persistencia del problema, aumenta la ansiedad del paciente en el momento que trata de conciliar el sueño, ya que produce una activación que inhibe el sueño, aumentando la aprensión del problema y produce miedo en relación a la cama.
Se ha demostrado que las personalidades con tendencia a la preocupación, perfeccionistas, exigentes, con necesidades de control, pesimistas e introvertidas, tendrán una mayor vulnerabilidad a caer en el círculo de insomnio, ansiedad y preocupación.
El insomnio crónico suele manifestarse inicialmente como insomnio situacional, precipitado por una situación personal o un estresor, que una vez resuelta, se mantiene el insomnio. La evolución a trastorno crónico puede ser gradual, aumentando cada día la ansiedad y preocupación por el problema de insomnio, aumentando con ello el impacto diurno.
El modo de afrontar el problema de sueño inicial va a ser decisivo en la cronicidad de este trastorno. Si un paciente que comienza a tener dificultades para dormir, varias noches seguidas, sigue con su vida diurna sin preocuparse de más por ello, es menos probable que desarrolle un insomnio crónico. Contrariamente, si un paciente que comienza a pasar varias “noches malas”, comienza a alterar su rutina para compensar el déficit de sueño, aumenta su preocupación por la alteración de sueño y por las consecuencias diurnas de éste, tendrá mayor probabilidad de que su insomnio se cronifique, entrando en el círculo de insomnio-preocupación-ansiedad, que le producirá una activación a la hora de conciliar el sueño, contraproducente para la conciliación del mismo, provocando más problemas de sueño. Los problemas de sueño rápidamente pueden pasar a ser el centro de nuestras preocupaciones diarias, si comenzamos a tener pensamientos de preocupación recurrentemente.
Un paciente con insomnio comenzará a achacar la falta de rendimiento a la alteración del sueño. La persona con insomnio crónico no solo se preocupará por la noche pasada y las consecuencias de ese día, sino también empezará a preocuparse por las noches futuras, convirtiendo su insomnio en una profecía auto cumplida.
Para poder acabar con el círculo de insomnio-ansiedad-preocupación, es fundamental comenzar corrigiendo aquellos hábitos o factores que contribuyen a mantener el insomnio, que inicialmente se van adoptando para paliar los efectos iniciales de la deuda de sueño (Aumentar las horas de cama, dormir siestas, acostarse antes, etc.). También es fundamental el control de los pensamientos de preocupación y de la activación emocional asociados al insomnio.
En el tratamiento del insomnio, el paciente tiene un papel activo, mientras el terapeuta le guía y apoya. El éxito de la terapia dependerá de la implicación del paciente en la terapia y del cumplimiento de las pautas que indique el terapeuta. Estas pautas están consensuadas en clínicas especializadas de diferentes países, estando su eficacia ya probada. Se trata de un tratamiento de alto coste en esfuerzo y tiempo para el paciente. El tratamiento fomentará las habilidades de autocontrol de pensamiento y ansiedad, para conseguir recuperar el control sobre el sueño, de manera que pueda afrontarlo en futuras nuevas circunstancias que afecten al sueño, tras la finalización del programa.
Para corregir estos hábitos y factores es necesario cumplir todas y cada una de las pautas, no solo aquellas que nos resulte más fácil cumplir. El éxito de la terapia va a depender de cómo de estricto sea el cumplimiento de las pautas. Con el paso del tiempo los beneficios se harán más evidentes, pudiendo empezar a notar el cambio tras el fin de la terapia.
La intervención se va a basar en tres pilares fundamentales:
En el insomnio existe una tendencia a la automedicación, y para tratar su insomnio es fundamental no tomar nada sin prescripción médica. Cada caso ha de ser evaluado individualmente, valorando por un lado los beneficios del tratamiento y por otro los efectos secundarios, para poder concluir si ese tratamiento concreto está realmente indicado en ese paciente. En el Instituto del Sueño procuramos no prescribir hipnóticos excepto en casos especiales.
En la mayoría de los fármacos existentes actualmente para el tratamiento del insomnio, el tiempo de tratamiento es limitado, para así limitar la aparición de efectos secundarios y dependencia al mismo.