Es una patología de origen neurológico que tratamos en nuestra clínica de Panamá, cuya principal característica es la excesiva somnolencia diurna, acompañada en un alto porcentaje de los casos de cataplejía (crisis de pérdida de fuerza muscular). La prevalencia de este trastorno es reducida: en Latinoamerica de 3 a 5 pacientes por cada 10 mil habitantes, apareciendo con mayor frecuencia a los 20-30 años.
Al existir un componente hereditario importante asociado a esta patología, es normal encontrar más de un miembro de esta patología con el mismo diagnóstico. (1-2 % en familiares de primer grado).
Historia clínica: en la que se debe reflejar síntomas, preguntar sobre síntomas típicos de otros trastornos del sueño que también puedan explicar la somnolencia (síndrome de apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas), descartar otros trastornos neurológicos, o asegurarnos que la toma de ciertos medicamentos puedan justificar el cuadro clínico.
Polisomnografía nocturna: Estudio de sueño nocturno en un laboratorio de sueño con el que podamos valorar la estructura general del sueño, medir el tiempo que se tarda en entrar en fase REM y descartar otras trastornos de sueño que también justifiquen el exceso de somnolencia.
Estudio genético y analítica de sangre general (DQA1*010, HLA DR B1*1501, DQB1*0602).
Test de latencias múltiples: tras la realización de un estudio de sueño completo, en el que se pueda valorar la calidad del mismo, se realizará esta prueba que es específica para el diagnóstico de la narcolepsia. La prueba consiste en la realización de una serie de siestas monitorizando la actividad cerebral, para valorar la somnolencia diurna, registrando la actividad cerebral con el objetivo de medir el tiempo que tarda en alcanzar la fase REM en cada una de estas siestas.
Punción lumbar: Prueba invasiva, en la cual se analiza la presencia de líquido cefalorraquídeo (LCR) Esta prueba es prueba para realizar el diagnóstico final de narcolepsia. En los pacientes narcolépticos, el LCR se encuentra disminuido en el sistema nervioso.
Existen tanto medidas de Higiene como medidas farmacológicas:
Higiene de sueño: Cumplir un horario de sueño regular, evitar el alcohol y valorar sustitución (bajo supervisión médica) de los fármacos depresores del Sistema Nervioso Central. Recomendaciones generales: realizar ejercicio físico, aumentar el número de horas de sueño nocturno y realizar siestas cortas programadas a lo largo del día.
Tratamiento farmacológico: Consultar a uno de nuestros especialistas. Debido a la gran variabilidad de síntomas y gravedad de los mismos, para iniciar un tratamiento se han de tener en cuenta diversos factores: edad, grado de somnolencia, presencia/ausencia de cataplejías, alucinaciones y parálisis del sueño, efectos secundarios, estilo de vida y repercusión en la calidad de vida de los síntomas