¿Sabías que hay personas que pueden tener relaciones o conductas sexuales mientras están dormidos y no recordarlo en absoluto al día siguiente?

El sexo en pareja es esencial para una intimidad sana y fortalecer los lazos afectivos, sin embargo, cuando se tiene sin estar conscientes de lo que se hace, sin poder hacer memoria de lo que sucedió, puede resultar un problema realmente serio.

Las parasomnias atañen a sensaciones y conductas anómalas, como el sonambulismo, que las personas pueden experimentar cuando se están quedando dormidas, duermen o se despiertan.

La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño divide las parasomnias en las que se producen durante el sueño REM, durante el sueño no REM (el sonambulismo, los despertares confusos y los terrores nocturnos) y un tercer grupo denominado «otras parasomnias», en las que se incluye, por ejemplo, el síndrome de la cena durante el sueño. En el 2005, este sistema de clasificación incluyó a la sexsomnia como una variación de los despertares confusos característicos de las parasomnias No REM.

¿Qué es la sexsomnia?

La sexsomnia, conocida también como sonambulismo sexual, es una parasomnia en la cual existe una activación motora específica que ocurre por episodios breves durante el sueño en los que se da lugar a comportamientos sexuales involuntarios que son inapropiados, y que pueden ser muy recurrentes o no, pudiendo generar conflictos interpersonales.

En hombres, la sexsomnia suele desplegarse más en forma de relaciones sexuales, mientras que, en las mujeres, con masturbación de manera compulsiva y a la vocalización sexual. Hasta el año 2015, solo se habían documentado 94 casos en todo el mundo. Hasta un 80% de los casos que se han publicado son varones.

La edad media en la que se tiende a acudir a un médico es entre los 30-32 años, con una historia previa de 10 años de evolución de los síntomas. En las mujeres, la edad de inicio suele situarse en promedio a los 14 años, y en los hombres a los 27 años. Aunque se podría observar a la persona con sus ojos abiertos, y haciendo ruidos sexuales, realmente están dormidos durante estas actividades, por lo cual tienen una amnesia absoluta de lo acontecido, que es reportado por las personas que observan el acto sexual o son el blanco de la actividad sexual.

La sexsomnia no se asocia a sueños de contenido erótico ni a fantasías sexuales, por lo que podemos decir que la persona no tiene dichos comportamientos en respuesta a estímulos oníricos. La actitud sexual durante la sexsomnia no es la misma que durante la vigilia, razón por la que algunas pocas parejas prefieren la actitud sexual de su pareja durante la sexsomnia que cuando están  despiertos, por ser o bien más cariñosos o más rudos. No obstante, gran parte de las parejas se opone al juego o acto sexual al comprender que su pareja no está consciente. En otros casos, la sexsomnia se ha juzgado erradamente como una violación, al interpretarse como un acto sexual sin consentimiento.

Las sexsomnias ocurren especialmente en la primera mitad de la noche. La frecuencia es muy variable en cada paciente, desde un solo episodio en la vida hasta varios episodios por semana.
Es frecuente la vinculación de sexsomnia con antecedentes de ser sonámbulos y hablar dormidos en el sueño. Los pacientes con sexsomnia durante el día suelen tener una vida sexual normal, sin historial de violencia sexual, traumas sexuales o alteraciones, parafilias o trastornos mentales. Existen casos que se han asociado a la apnea obstructiva del sueño y al uso de ciertos fármacos como zolpidem y de algunos antidepresivos.

Posibles causas

La sexsomnia se considera una enfermedad rara cuyas causas aún son investigadas.

La OMS afirma que afecta solamente a un 2% de la población mundial. Su fisiopatología no se conoce, al igual que el resto de las parasomnias no REM, y probablemente se trate de un trastorno de los mecanismos del despertar. Cabe destacar la existencia de otra parasomnia, el síndrome de la cena durante el sueño, en el cual la acción motora reside en consumir alimentos, sobre todo, altos en carbohidratos, mientras se duerme, en lugar de tener conductas sexuales como sucede en la sexsomnia.

Se ha recabado información de distintos estudios que coinciden en que los episodios de sexsomnia se suscitan por las siguientes causas:

• Ansiedad y estrés.
• Falta de sueño/deuda de sueño.
• Cansancio o fatiga crónica.
• Abuso de alcohol y sustancias ilícitas, como la marihuana.
• Abuso de ciertos fármacos.
• Trastornos psicológicos o enfermedades psíquicas sexuales.
• Trastornos del sueño como: apnea obstructiva del sueño, síndrome de piernas inquietas, otras parasomnias.

Consecuencias del sonambulismo sexual

Las consecuencias de la sexsomnia o sonambulismo sexual son bastante predecibles. Los individuos experimentan asombro y mucha vergüenza acerca de sus actos sexuales, considerados muchas veces como aberrantes, humillantes e inapropiados, que no recuerdan haber realizado, siendo, por lo tanto, involuntarios. Esto abre un terreno dentro de la medicina legal, pues son varias las
personas con sexsomnia que han sido juzgados por abuso sexual a menores y por violación.

Recomendaciones para terapias

Se recomienda acudir a un especialista del sueño si los episodios de sexsomnia ocurren con frecuencia, provocan cansancio y síntomas depresivos, y ocasionan problemas con la pareja o con quien se comparte cama. Una vez en la consulta, se le debe explicar a los pacientes y a sus parejas que se trata de un trastorno médico, un tipo muy peculiar de sonambulismo. Hay que hacer hincapié en que se trata de un acto involuntario y que no hay una planificación de éste. Además, de que no es un trastorno psicológico ni psiquiátrico, ni tiene que ver con algún trauma sexual.

Otras recomendaciones para la terapia de la sexsomnia son:

• Mejorar calidad y cantidad de sueño.
• Tomar en cuenta que los trabajos con turnos rotativos, las apneas del sueño y trastornos del movimiento durante el sueño pueden fragmentar el sueño, y pueden ser precipitantes de episodios de sexsomnia, en especial, en personas con predisposición a presentarlos. El tratar estas condiciones puede reducir la frecuencia de los eventos de sexsomnia.

¿Cómo saber si sufro de sonambulismo sexual?

Saber si se padece de sonambulismo sexual va a requerir de la información valiosa que proporcione la persona que acompaña en la cama o habitación, una historia clínica detallada y un estudio de sueño con video.

La sexsomnia va a ameritar tratamiento si conlleva problemas severos en la relación o si ha puesto en peligro la vida de quien lo sufre o la de otra persona. Al respecto, los expertos señalan que se puede utilizar medicación, pero que cada caso se debe personalizar. El empleo de clonazepam (rivotril) es efectivo para reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de sexsomnia en la mayor parte de los pacientes.

La sexsomnia es una parasomnia que puede aparecer en el adulto joven, y que radica en intentos de iniciar el acto sexual o masturbarse durante el sueño, con posterior amnesia de lo acontecido.

Es fundamental identificarla oportunamente para orientar al paciente y a los involucrados, puesto que puede coexistir con otras parasomnias, trastornos del sueño y otras enfermedades. El sonambulismo sexual es potencialmente tratable, y de no atenderse, puede desembocar en problemas de pareja y legales en casos severos.