Insomnio infantil afecta el desarrollo de los niños
Este malestar clínicamente significativo produce el deterioro en sus áreas física, social, familiar y académica
El insomnio infantil es un trastorno del sueño que afecta de manera significativa la salud física, mental y emocional de los niños que la padecen. La dificultad o incapacidad de gozar de reparadoras horas de sueño puede tener múltiples causas, sin embargo, los buenos hábitos ayudan a mejorar la higiene del sueño.
¿Por qué no duermen bien?
La especialista en neurología infantil del Instituto Europeo del Sueño, María José Krakowiak señala que el insomnio suele ser el resultado de una asociación inapropiada o de límites inadecuados en casa.
Por eso distingue varios tipos de insomnio infantil:
- El que se produce por asociaciones inapropiadas, es decir, que el niño depende de una estimulación específica para dormir o reiniciar el sueño como por ejemplo la ver televisión o estar en la cama de papá y mamá.
- El insomnio por ausencia de límites por parte de padres y cuidadores. El niño se niega a acostarse y/o se despierta con frecuencia en la noche de manera demandante.
- Higiene inadecuada del sueño relacionada con hábitos que perjudican la calidad del sueño como siestas diurnas tardías, el consumo de sustancias estimulantes o ambientes no propicios para el buen dormir.
Datos importantes
Sobre los motivos conductuales del insomnio infantil, la neuróloga advierte que los hábitos incorrectos son la causa de trastorno de sueño más común en niños con una prevalencia del 30%.
Esta condición afecta a pacientes de 6 meses hasta los 8 años generando gran inquietud en sus padres y cuidadores.
Es normal que tengan dificultad para iniciar el sueño en solitario y cuando lo logran, experimentan despertares frecuentes 5-15 veces por noche.
Todo esto conlleva a alteraciones cardiovasculares, inmunológicas y metabólicas, con la consecuente obesidad y alteración del crecimiento y empeoramiento de la calidad de vida familiar.
Hábitos de higiene del sueño
La doctora María José Krakowiak señala la importancia de adecuar hábitos y normas para reconducir el sueño en los niños.
Respecto a los bebés que suelen dormir durante el día y pernoctar en la noche, la especialista explica que los ritmos de sueño-vigilia se rigen por condiciones de luz-oscuridad. Su recomendación es asegurar una adecuada exposición a la luz solar durante el día y mantener un ambiente de penumbra/oscuridad en la noche para que su cerebro se sincronice poco a poco con su entorno.
En el caso de los niños en edad escolar y adolescentes el insomnio aparece también porque están expuestos a factores externos como el uso de dispositivos electrónicos.
La luz que proyectan las tablets o móviles inciden directamente sobre nuestra retina, lo que hace que el cerebro lo interprete como una señal para mantenerlos despiertos. “Si en las horas inmediatas antes de acostarse abusamos de estos dispositivos nuestro cerebro tendrá dificultad para iniciar el sueño” afirma la especialista.
Establecer normas para mejorar los hábitos ayuda a la buena higiene del sueño desde que temprana edad hasta la adultez.
La neuróloga sugiere aplicar las siguientes acciones:
- Mantener horarios estables para ir a dormir.
- Fomentar el ejercicio físico y la exposición a la luz durante el día.
- Evitar el uso excesivo de dispositivos retroiluminados en las últimas horas del día.
El diagnóstico adecuado permite descartar patologías agregadas que se puedan confundir con insomnio por malos hábitos.