Insomnio por causas hormonales
El sueño es esencial para restaurar nuestro cerebro y sistema nervioso a la funcionalidad completa cada noche. Cuando no tenemos una buena noche de sueño, puede provocarnos enlentecimiento, dificultad para concentrarnos, malhumor o irritabilidad. Si los problemas para dormir se mantienen en el tiempo, podrían convertirse en la puerta de entrada a enfermedades metabólicas y mentales.
Muchas veces, podría resultar difícil que, a la primera, demos con el clavo determinando la causa de nuestros problemas para dormir. Por lo general, puede surgir la hipótesis de que el insomnio es producto del estrés, ansiedad, depresión o alguna otra enfermedad mental, sin embargo, hay muchas otras razones que pueden pasarse por alto en el diagnóstico.
Una de las tantas variables que afectan nuestros patrones de sueño son nuestras hormonas. Estos mensajeros químicos son bastante poderosos y tienen muchas funciones importantes que desempeñar en todo el cuerpo. Con frecuencia, uno de los primeros pasos para llegar a la raíz de sus problemas para dormir es comprender las distintas hormonas que pueden estar desbalanceadas o descontroladas.
Las hormonas y el sueño ¿están relacionados?
Hay una diversidad de hormonas diferentes en nuestro cuerpo que trabajan en conjunto para ayudarle a mantenerse en equilibrio interior y exterior. Pero de todas las hormonas que orquestan las muchas funciones corporales, ¿cuáles afectan el sueño? Es muy posible que te suenen una o dos hormonas que influyen en el sueño, pero lo que te comentaremos a continuación, te puede sorprender.
Antes de enumerar las principales hormonas que afectan la calidad de su sueño, es menester comprender el papel que juega su sueño en la regulación y producción de las hormonas de su cuerpo.
El papel del sueño en la producción de hormonas
Al dormir cada noche, nuestro cuerpo trabaja arduamente para recuperarse del día anterior y prepararse para el día siguiente. Parte de este necesario proceso Mientras duermes cada noche, tu cuerpo trabaja arduamente recuperándose del día anterior y preparándose para el siguiente. Parte de este proceso involucra producir y regular muchas de las hormonas de nuestro cuerpo.
Las hormonas son mensajeros químicos que funcionan como moléculas mensajeras en el cuerpo. Estas hormonas son responsables de mantener en orden funciones del cuerpo, tales como:
- Hambre, apetito y azúcar en la sangre.
- El ritmo circadiano y el ciclo de sueño-vigilia.
- Función sexual.
- Temperatura corporal.
- Salud cardiovascular.
- Reparación de músculos y tejidos.
Una buena noche de sueño es crucial para la producción y secreción de hormonas saludables. La mala calidad y cantidad de sueño pueden imposibilitar adecuados niveles hormonales, además de la manera en la que se producen las hormonas y sus interacciones. Esto puede acarrear un desequilibrio hormonal, así como cualquier otra enfermedad que pueda resultar del mismo, como afectación de la tiroides, disfunción sexual e incluso trastornos del sueño.
Alteraciones hormonales y su influencia en el insomnio
Según expertos, en el mecanismo de producción del insomnio existe un estado de hiperactivación psicofisiológica en el que participan la actividad cerebral, el sistema nervioso y el sistema endocrino. Este estado de gran alerta puede ser secundario a una activación descontrolada del sistema de respuesta al estrés mediado por la hormona llamada cortisol.
Algo fundamental en el sistema hormonal es el ritmo circadiano, que se trata de los cambios físicos, mentales y biológicos que se producen rítmicamente durante 24 horas. El sueño es el ejemplo más claro. La melatonina es una hormona que viene a ser como el marcapaso que regula el sueño, y su estímulo más importante es la exposición a la luz solar, por eso se usa en el tratamiento de los trastornos circadianos del sueño y en los trastornos afectivos por estaciones.
Dentro de otras alteraciones hormonales, el hipotiroidismo y el síndrome de ovario poliquístico pueden afectar la calidad del sueño, al poder provocar apnea del sueño. Los pacientes que presentan estas condiciones, con frecuencia exhiben cansancio, cefalea, mal dormir, excesiva somnolencia diurna, malestar general, sueño no refrescante y muchos otros síntomas causados no solo por el desorden hormonal sino también por la asociación con la apnea obstructiva del sueño, que viene siendo experimentar paradas de respiración durante el sueño, con frecuencia en pacientes roncadores.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo o la baja producción de hormona tiroidea se presenta con fatiga, somnolencia y ganancia de peso. Se advierte que la apnea del sueño y el hipotiroidismo pueden coexistir entre el 2 al 11 % de los pacientes. Los síntomas respiratorios en el hipotiroidismo surgen porque las fibras musculares son más débiles y el diafragma, el principal músculo de la respiración, también resulta afectado.
Síndrome de ovarios poliquísticos
En el caso del síndrome de ovario poliquístico, éste se caracteriza por menstruaciones irregulares, acné, exceso de vello corporal, aumento de peso por resistencia a la insulina, teniendo o no quistes ováricos. Se observó una fuerte asociación entre el síndrome de ovario poliquístico, resistencia a la insulina y apnea del sueño. ¿Por qué puede darse esto? La obesidad visceral y la insulino resistencia son mecanismos patogénicos que predisponen a la apnea del sueño, inclusive en mujeres jóvenes.
En este contexto, es importante mencionar que existen otras enfermedades endocrinológicas que se vinculan también con el insomnio, como la acromegalia (secreción excesiva de hormona del crecimiento) y el síndrome de Cushing (secreción excesiva de cortisol – hormona del estrés).
¿Qué hacer para dormir mejor? Consejos para dormir bien a pesar del descontrol hormonal
Plantearse un tratamiento del insomnio debe partir de un diagnóstico que haya descartado o confirmado alteraciones hormonales que pueden derivar en enfermedades endocrinológicas. Algunos consejos que te sugerimos tomar en consideración son:
- Medidas de higiene de sueño: tener un horario regular para entrar a la cama y para despertarse. Ir a la cama solamente si se tiene sueño. Evitar siestas largas, y en horas de la tarde.
- Disminuir consumo de alcohol.
- Evitar ingesta de café y bebidas estimulantes después de las 4 pm.
- No tomar fármacos sedantes-hipnóticos antes de acostarse si no son recetados por un especialista en la materia.
- No consumir comidas copiosas en la cena.
- Mantener la recámara con buena ventilación, temperatura y luz adecuada y lo más libre de ruidos externos.
- Evitar el estrés por la noche.
- Realizar ejercicios físicos en la tarde, pero no después de las 6 pm.
- Practicar ejercicios de relajación y si es posible, de meditación antes de dormir.
Estrógeno
A medida las personas envejecen, en especial, si se es mujer, los niveles de estrógeno empiezan a fluctuar, principalmente durante el ciclo menstrual. No obstante, a medida que la menopausia va tomando lugar, los niveles de estahormona pueden caer abruptamente, provocando sangrados irregulares, sofocos, cambios de humor, disfunción sexual y dolores osteoarticulares. Estos síntomas propios del climaterio pueden afectar el sueño por sí mismos, ya que perturban el sueño y pueden llegar a dificultad la relajación previa a acostarse. El estrógeno también afecta la forma en la que el cuerpo utiliza el magnesio, el cual es fundamental para dormir, por lo que, al bajar el estrógeno, afecta la disponibilidad de este mineral esencial para el sueño.
Progesterona
De la misma forma que el estrógeno, la progesterona es también una hormona sexual femenina. La progesterona cumple un rol importante en la función cerebral, a veces designada como un neuroesteroide. Posee un efecto natural contra la ansiedad, ya que ayuda a producir un efecto calmante. Se piensa que la progesterona puede contribuir a conciliar el sueño de manera más rápida y lograr un sueño con poca disrupción. Entonces, cuando los niveles de progesterona experimentan caídas, tanto por la menstruación como por la menopausia, pueden sobrevenir problemas con el sueño.
Testosterona
Al igual que la progesterona y el estrógeno, la testosterona es producida en todos los cuerpos, y no es solamente la “hormona masculina”. Tanto en mujeres como en hombres, la testosterona trabaja para respaldar la salud del sistema reproductor y de los huesos. Cuando hay una baja de testosterona, por envejecimiento o por alguna alteración, hay una disminución del sueño profundo, aparición de ronquidos y síntomas de insomnio, lo que puede crear un círculo vicioso de niveles de testosterona y sueño deficiente.
Hay estudios que han demostrado que los niveles de testosterona pueden aumentar gracias a ciertos tipos de ejercicio y a la ingesta de alimentos ricos en zinc y vitamina D.
Insulina
La insulina desempeña una labor indispensable en la regulación de los niveles de azúcar en la sangre. Esta hormona se produce en el páncreas, y asiste al cuerpo en la utilización del azúcar o glucosa derivada de los alimentos. La glucosa es una fuente importante de energía para su cuerpo, pero al tener demasiada cantidad en sangre, podría ser dañino para la salud. La relación de la insulina y el sueño radica en el círculo vicioso que se produce cuando estando alterado uno afecta al otro y viceversa. La privación de sueño puede incrementar los niveles de azúcar en la sangre y promover conductas alimenticias poco saludables. La falta de sueño hace que te dé más hambre y que comas en exceso, lo que luego provoca la liberación de más insulina, que causará más alteraciones de sueño a medida que la cantidad de glucosa oscile durante la noche. Es por ello, que no es recomendable consumir alimentos altos en azúcar antes de acostarse, porque puede dificultar el inicio del sueño, o sacarle del sueño profundo al momento en que caigan los niveles de azúcar.
Insomnio hormonal durante el embarazo
De acuerdo con los estudios, más del 85% de las embarazadas experimentan cambios en su patrón de sueño en algún momento de la gestación. Durante el primer trimestre se suele padecer de mucha somnolencia. En cambio, durante el tercer trimestre, tiene mayor prevalencia el insomnio. Otro motivo de mal dormir que se reporta en el tercer trimestre son los ronquidos. Si los onquidos están asociados a la presencia de apnea del sueño, diabetes o trastornos hipertensivos del embarazo, debes acudir de inmediato al médico.
Las causas más frecuentes de insomnio durante el embarazo son:
- Aumento de la frecuencia urinaria
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Dificultad para respirar
- Dolores de espalda
- Reflujo gastroesofágico
- Síndrome de piernas inquietas
- Náuseas y vómitos (sobre todo al inicio del embarazo)
- Movimientos fetales (durante el tercero)
- Estrés
- Ronquidos
¿Cómo mejorar el sueño durante la gestación?
Nuestros expertos aconsejan las siguientes medidas para mejorar el sueño durante la gestación:
- Dormir de lado, preferiblemente sobre el lado izquierdo, ya que favorece la circulación sanguínea hacia el bebé. Evitar la posición boca arriba. También ayuda tener almohadas auxiliares para mejor apoyo
- Evitar alimentos grasos, ácidos o muy condimentados. Procurar cenar ligero. No acostarte en cama justo después de las comidas
- Eliminar o reducir las bebidas gaseosas, café y té
- Vestir ropa holgada. Dormir con respaldo.
- Evitar beber grandes cantidades de líquido en la noche, y trata de ir al baño justo cuando te sientas con sueño.
- Realizar suficiente actividad física durante el día.
- Mantener una buena higiene de sueño y horarios regulares de cama.
- Tomar un baño tibio de 15 min o beber algo caliente sin cafeína, previos a ir a la cama.
Si estás sospechando que tienes alteración de alguna o varias de las hormonas expuestas, es importante que visite a un médico experto en la materia, para un diagnóstico certero y manejar opciones de tratamiento integral para tratar los problemas de sueño relacionados.