Pesadillas: un trastorno del sueño que se puede complicar
¿Con qué frecuencia tienes pesadillas? ¿Qué tipo de pesadillas tienes? ¿Hay alguna recurrente? Lo que respondas a estas preguntas puede darte información sobre tu salud.
Las pesadillas son una parasomnia. Se identifican como una secuencia de sueño perturbador que parece muy real. Las causas pueden ser diversas, no obstante estudios de investigación afirman que están relacionadas con sentimientos de ira, miedo, tristeza, frustración, confusión, culpa.
También se asocian a experiencias negativas de la vida cotidiana como hechos de violencia, persecución o eventos traumáticos.
La toma de ciertos fármacos, alcohol o sustancias estupefacientes, la depresión, trastornos mentales, ver películas de terror e incluso los videojuegos igualmente tienen su parte en las pesadillas.
Cuando tener pesadillas se convierte en un trastorno
Las pesadillas son muy frecuentes en los niños pero se experimentan a cualquier edad. Esta parasomnia es común si hay familiares con antecedentes de pesadilla u otros trastornos de este tipo.
Suelen ser inofensivas excepto cuando aumenta su frecuencia, nos mantienen en un estado de angustia durante el día, alteran nuestros patrones al dormir, tememos ir a la cama y entonces se cuentan dentro de la clasificación de trastornos del sueño como “trastorno de pesadillas”.
Cuando las pesadillas son ocasionales tienen las siguientes características:
- Ocurren generalmente durante la segunda mitad de la noche durante la fase del sueño conocida como «movimiento ocular rápido» (sueño desincronizado).
- El sueño parece tan real que la persona siente cada emoción durante la secuencia que se vuelve cada vez más inquietante en la medida que se desarrolla.
- Las pesadillas te despiertan, hacerlo es como un mecanismo de defensa frente a la sensación de miedo, enojo o tristeza que experimentas.
- Es normal que despiertes transpirando y con el corazón acelerado.
Y se consideran que son un problema de salud que debe ser tratado por un especialista cuando:
- Ocurren con frecuencia y continúan a lo largo del tiempo.
- Interrumpen de forma rutinaria el sueño.
- Causan temor de irse a dormir.
- Causan problemas de conducta o dificultades de funcionamiento durante el día.
- Tienes problemas de insomnio, un trastorno que incrementa el riesgo de tener pesadillas.
Si esta condición no se trata a tiempo pueden presentarse complicaciones somnolencia diurna excesiva que afecta la actividad diaria, pérdida de la concentración, alteraciones del estado de ánimo, depresión y ansiedad.
Para quienes sufren de este trastorno del sueño irse a la cama resulta una verdadera pesadilla y de allí se pueden derivar otros problemas de salud.