El exceso de azúcar puede generar problemas del sueño
Si bien nuestro organismo necesita una dosis de cada tipo de alimento para mantener su equilibrio, hay algunos como el azúcar que debemos consumir con mucho más cuidado por sus efectos sobre la salud.
Comer dulces sin duda es muy rico, pero abusar de él puede estimular la aparición de enfermedades como obesidad, síndrome metabólico, diabetes y trastornos del sueño.
Así nos llenamos de azúcar
Si notas que las comidas copiosas, las harinas, las bebidas muy azucaradas, las golosinas y otros productos de este tipo los consumes en las noches y no duermes tan bien como esperabas, presta atención a la alerta.
Establecer un balance en la dieta diaria para evitar el abuso de alimentos dañinos para el bienestar del organismo, es clave en la higiene del sueño.
A diario solemos comer muchos productos que nos aportan azúcar, entre ellos las harinas procesadas, los jugos pasteurizados e inclusive determinadas frutas que son natural y exageradamente dulces.
Los alimentos y bebidas que ingerimos nos proporcionan los ingredientes necesarios para sintetizar los diferentes neurotransmisores que intervienen en la vigilia y el sueño.
Algunas comidas y bebidas ya contienen azúcar de forma natural, pero generalmente también se les añade en el procesamiento o fabricación en forma de jarabe de maíz, malta fructosa, concentrado de zumo de fruta, sacarosa, glucosa, dextrosa, jugo de caña, malta, melazas, lactosa, miel, etilmaltol y maltodextrina. Esto se puede verificar en la etiqueta de los productos.
Es por esta razón que los especialistas recomiendan consumir comidas hipocalóricas en la tarde o en la noche, para que ayude a la síntesis de hormonas que favorecen el sueño.
De lo contrario, incorporar estos tipos de comidas muy energizantes o calóricas, supone un proceso digestivo más lento y complejo, pesadez, gases, inconvenientes para conciliar el sueño y hasta pesadillas en algunos casos.
Sueño amargo
Diversas investigaciones concluyen que el consumo de grandes cantidades de azúcares produce que el sueño profundo sea más corto de lo que debe. Es justo en esta fase del ciclo cuando el organismo experimenta las funciones reparadoras, de metabolismo y del sistema inmune pero si se ven interrumpidas, hay una afectación en la salud.
Los trastornos del sueño relacionados con altos niveles de concentración de azúcar en la sangre son la apnea, el insomnio y los despertares continuos durante la noche.
Según un estudio aplicado en pacientes afroamericanos, quienes sin saber sus valores de glucosa ni que tenían apnea del sueño, mostraron importantes alteraciones como despertares constantes, signos de breves tiempos sin respirar y cambios en sus patrones de sueño en general.
Estudios anteriores han demostrado lo mismo en poblaciones de Europa y Asia.
Así actúa el azúcar
El azúcar en el organismo no sólo afecta los patrones de sueño sino también de vigilia. ¿La razón? Pues este alimento incrementa la inflamación sistémica, es decir, genera un proceso de alteraciones y cambios tanto físicos como psicológicos que perturban la capacidad de tener un buen descanso durante la noche.
La explicación de por qué el azúcar perjudica tanto el sueño como la vigilia se encuentra en la hormona llamada orexina, que tiene dentro de sus funciones la regulación de funciones como el insomnio.
Cada vez que consumimos algo dulce, el azúcar inhibe la actividad de esta hormona, ésta reduce sus niveles y por ende induce al mal dormir.
Tanto el exceso como la ansiedad por comer algo dulce en las noches incide negativamente en la calidad y cantidad de sueño que necesitamos para mantenernos saludables. Trata de mantener controlados tus niveles de glucosa en sangre y verás como tendrás dulces sueños.
Es importante que si tienes problemas para dormir saludablemente tu médico evalúe tus niveles de azúcar en la sangre, porque pueden guardar relación.