Pandemia aumentó los trastornos del sueño en pacientes con covid-19 y personas sanas
Al término del 2020 las secuelas de la pandemia por COVID-19 únicamente no se limitaron a un importante índice de mortalidad y pacientes con complicaciones en sus enfermedades de base, sino en el incremento de trastornos del sueño incluso en personas sanas.
Durante ese año se desarrollaron no menos de cuarenta y cinco investigaciones y artículos cuyos hallazgos revelaron que el insomnio y las pesadillas fueron trastornos con una alta prevalencia en los grupos de estudio.
Y es que la carga emocional que ha significado la progresión de la enfermedad, así como el obligatorio confinamiento y la paralización de muchas economías ha afectado seriamente la salud mental de las personas.
El insomnio está afectando a pacientes con coronavirus, pero también a gente sana que permanece en sus casas a la expectativa del devenir diario de la pandemia. El temor, el estrés, la ansiedad y un decadente estado de ánimo se enlistan dentro de las causas de esta alteración del sueño.
El sueño desempeña un papel importante en la homeostasis del sistema inmunológico, por lo que, dormir bien está directamente relacionado con la inmunidad del organismo.
Es así como parte de las conclusiones que se derivan de estos estudios es que la disminución de la calidad de sueño en los pacientes hospitalizados por la COVID-19 afecta aún más sus probabilidades de evolucionar positivamente para superar el virus. Su sistema inmunológico tiende a deprimirse de forma más veloz, disminuye la capacidad de respuesta inmunológica, se activan exponencialmente los procesos inflamatorios así como la liberación de citoquinas y aumenta la vulnerabilidad del paciente a las infecciones respiratorias.
Entonces si no dormimos bien corremos el riesgo de ser más propensos a contraer el virus y si ya lo padecemos, de no mejorar como se espera.
De hecho ya algunos expertos bautizaron este fenómeno como “coronasomnia” o “Covid-somnia”, términos que probablemente quedarán asentados de esta parte de la historia en adelante debido a la suma de tantos nuevos insomnes en la lista de pacientes con trastornos del sueño.
Algunos de los datos compartidos por los especialistas indican que en China las tasas de insomnio aumentaron del 14,6% al 20% durante el confinamiento más estricto, en Italia se registró una “prevalencia alarmante” de insomnio clínico, y en Grecia, casi el 40% de los encuestados en uno de los estudios realizados manifestaron tener insomnio.
Entrado este nuevo año continuamos conviviendo en pandemia, por lo que la expectativa está centrada en establecer nuevas estrategias de abordaje médico de estos trastornos del sueño.