Estrés y Ansiedad
En el IES somos especialistas en el tratamiento del estrés y la ansiedad en Panamá, y aunque tanto el estrés como la ansiedad son respuestas fisiológicas adaptativas, preparan al organismo para hacer frente a situaciones de peligro inminente o futuro, cuando se dan en intensidad y frecuencia excesiva o a un nivel desproporcionado para el estímulo causante, pueden llegar a convertirse en un problema.
Esta respuesta de activación que producen ambas en el organismo resulta incompatible con la conciliación del sueño, por ello cuando se prolongan en el tiempo es necesario realizar una intervención terapéutica ya que causaran los problemas psicofisiológicos del sueño. El estrés y la ansiedad son uno de los principales causantes de insomnio transitorio.
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Estrés y ansiedad tienen un doble papel en el insomnio: consecuencias y desencadenantes.
INSOMNIO POR ESTRÉS
Estudios científicos han demostrado que las personas tendencia a una respuesta de activación cognitiva y fisiológica mayor ante el estrés y la ansiedad, tienen mayor tendencia a la cronificación del insomnio.
A su vez, en el momento que aparece la dificultad para dormir, ya estemos hablando de insomnio transitorio o crónico, va a producir un aumento de la ansiedad y estrés en relación a la preocupación por el problema de sueño, lo que reducirá bajo ese estado de activación las posibilidades de dormir.
El insomnio y el estrés juegan un doble papel en el insomnio: como causantes y como consecuentes.
Los mecanismos fisiológicos implicados en esta activación son una compleja serie de respuestas biológicas tanto a nivel hormonal como neural, implicando la segregación de PROLACTINA y SEROTONINA, ambos relacionados con la regulación del sueño, sensación de dolor o estado de ánimo, y alteraciones en la segregación de CORTISOL que inhibe el sueño.
Es inevitable que a lo largo de nuestra vida nos enfrentemos a diversas situaciones que puedan causarnos estrés o ansiedad. En la intervención de los problemas de sueño causados por esta respuesta, trataremos de controlar las emociones y ajustarlas a las circunstancias causantes, tratando de eliminarlas cuanto antes. Si la situación comienza a causarnos un nivel de estrés y ansiedad que afecte a nuestro sueño, será importante intervenir sobre esta para evitar la cronificación del trastorno de sueño.
En la intervención ante este tipo de respuestas nos enfocaremos principalmente a los síntomas, abordando el problema en cada uno de los niveles que se ve manifestado el problema:
- Técnicas fisiológicas de relajación cognitiva y física
- Medidas motoras para el control estimular, aprendizaje de habilidades sociales o medidas de autocontrol
- Técnicas cognitivas: reestructuración cognitiva, solución de problemas, auto instrucciones, parada de pensamientos, etc.
Es conveniente para reducir el riesgo de vulnerabilidad antes estos problemas, el aprendizaje de habilidades de afrontamiento del estrés, de cara al futuro enfrentamiento de situaciones que nos lo causen tener una mayor capacidad de enfrentamiento eficiente y resolutivo, reduciendo así las consecuencias negativas que puedan causarnos.
Este tipo de habilidades se adquieren con programas de inoculación al estrés, que enseñan herramientas diarias útiles como la economía del tiempo la toma de decisiones o las habilidades para solución de problemas, técnicas de relajación y de mejora del autoestima, entre otras.
